Resulta que entre todas las ilusiones que tenía cuando venimos a vivir a Galdames ¡hace ya veinte años!, tener fresas en mi huerto era una prioridad.No sé por qué pero siempre me gustaron, tanto la planta como por supuesto el fruto.
Fue casualidad pero alguien del pueblo nos comento que cortar a "ras" las plantas en Noviembre/Diciembre era perfecto para mantener nuestro nuestro fresal joven.Así lo hicimos y ahí están dando todos los años fresas sin parar.Como siempre los lugareños tienen esa experiencia pasada de generación en generación, basada en la simple observación de los acontecimientos naturales y que les lleva a tener éxito en la mayoría de las circunstancias.
La explicación es sencilla:
Todos los años de las fresas brotan nuevos estolones(llamémosles hijos) que colonizan nuevos espacios asegurándose su proliferación.Al siguiente año de los hijos brotan los nietos y así año tras año.Llegado un momento el fresal se convierte en una mata espesa y los plantones "abuelo" comienzan a morir, enfermando y pudriéndose, contagiando de esta forma todo nuestro cultivo.Paralelamente las oportunistas "malas hierbas" y musgos nos invadirán también iniciándose el comienzo del fin de nuestro fresal.Cuando las cultivéis en terraza, en tiesto o jardinera debéis de realizar la misma operación.
Podéis experimentar con muchas variedades ¡las hay espectaculares! (FOTO 1)
No esperéis más, el año que viene alucinaréis por su lozanía, juventud y carga de fresas.
(FOTO 2,3)
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