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domingo, 3 de enero de 2021

LA ROCALLA: UNA MAGNIFICA ELECCIÓN

 ¡De este año no pasa!. Más de un@ lo habrá pensado.

¿Quién no ha tenido la ilusión e idea de crear en el jardín un espacio dedicado a especies vegetales que se pierden por  los ambientes secos o húmedos, que reptan y cubren las rocas?. ¡Es fascinante!

 


                                                    

Un jardín de rocas ,o de rocalla, es la reproducción a escala reducida de una escena natural. Si está completo, comprenderá un terreno movido y accidentado, grietas entre rocas, prados soleados, sotobosques, partes secas y partes húmedas. Este tipo de jardín se adapta perfectamente a cualquier zona de la Península Ibérica  siempre que se empleen los materiales y plantas adecuados y en su composición se tengan en cuenta el clima y las condiciones del ambiente natural de cada planta elegida. Así, tenemos rocallas alpinas para sierras y montes , rocallas mediterráneas  para nuestras zonas soleadas y secas y rocallas atlánticas para zonas sombrías y húmedas.

 





                           

La idea es lo contrario de un jardín geométrico y regular, por lo que será difícil encajarlo en una construcción rústica, mientras que junto a un chalet de tipo modernista se adaptará perfectamente, es decir, irá como anillo al dedo en construcciones contrarias a la irregularidad de la rocalla.

                                



En jardines pequeños de tipo regular no debiéramos empecinarnos en una rocalla, aunque podemos cultivar sus plantas, en  muros, en enlosados y escaleras. Si el jardín de turno es grande podemos aislar ciertas zonas mediante cortinas de árboles y arbustos de hoja perenne, creando en esos rincones verdaderos jardines con rocas.

En la rocalla es imprescindible poner buen gusto en la construcción para evitar modelos con montones de piedras ó cúmulos de plantas sin orden que denotan una falta de planificación y reflexión. El aparente desorden de una rocalla está sometido a unas reglas que la alejan de toda anarquía .La personalidad del autor se manifiesta en cada detalle y en la disposición de las plantas .Este buen gusto, esta afición, este conocimiento del jardín y de la planta se acentúan en el mantenimiento y en la conservación.

En todo momento ha de poderse conseguir un determinado crecimiento, modificar una armonía de color o de forma .La colocación de plantas en la rocalla no debe ser “fría”, sino una zona viva, natural, en la que se prescindirá de variedades de difícil naturalidad, por proceder de climas y suelos diferentes. Habrá que contar con especies rústicas ,resistentes y acopladas a nuestro medio. Debemos de tener en cuenta que aún siendo variedades resistentes, si se las cultiva de un modo demasiado artificial, pierden gran parte de su encanto espontáneo.

                                

                                       

TRAZADO Y RELIEVE

El jardín de rocalla comprende varios elementos: rocas, céspedes, pedregales, paseos y senderos, escaleras rústicas, fuentes, arroyos, cascadas, espejos de agua y lagunas. Si el jardín es grande quizá podamos incluir todos los elementos; si es pequeño, tal vez sólo estén indicadas unas rocas sobre el césped.

Cuando el terreno base es accidental (un talud), los problemas se limitarán a la organización paisajística de la rocalla, pero muchas  veces el terreno es plano y entonces deberemos recurrir a algunas soluciones.

He aquí algunas propuestas interesantes:

1-    Formación de colinas de tierra de diferentes tamaños, irregularmente repartidas sobre el terreno. Después se colocan las rocas. El resto del espacio plano lo dejaremos para césped, incluyendo un estanque irregular y un sendero de losas planas, traviesas de cemento prefabricado o cualquier otro tipo de diseño rústico tan  de moda en la actualidad y de fácil adquisición en almacenes de materiales de construcción.

2-    Creación de un pequeño valle, formando dos colinas contiguas que terraplenen por ambos lados con rocas incrustadas denotando pequeñas e irregulares terrazas las cuales servirán de  acomodo a nuestras plantas. En el fondo del valle se puede instalar un arroyo serpenteante que nazca de una fuente entre piedras y que termine en un estanque donde el valle se abre.

3-    Creación sencilla de un talud adherido a un muro.




Podemos combinar estas ideas con muchas otras para establecer un jardín de rocalla.

Mientras, os dejo que vayáis pensando en  la vuestra; por mi parte os voy preparando otro post con los diversos materiales a utilizar , y así vuestro jardín de rocas irá creando una personalidad única.

Hasta la próxima.

Ion