“Si todo fuera tan sencillo y rutinario como transportar el polen de una flor a otra…”(polinización),dijo una abeja a otra.Fecundar entraña un proceso más riguroso,complicado,fascinante incluso sofisticado,depediente la gran mayoría de las veces del azar.¿Os suena?
Algo que hace que las flores que vemos habitualmente(angiospermas) se diferencien de las demás,es su forma de reproducción sexual.La flor es una estructura relacionada íntimamente con la necesidad de intercambio de genes y así presentar variables que a corto, medio y largo plazo sean viables a los cambios inevitables del medio ambiente.Debieramos tener en cuenta y como norma general que el 25% genéticamente hablando de la nueva generación procede del órgano masculino y el otro 25% del órgano femenino, el 50% restante nos deja margen al azar,y como no,al posibilidad de adaptación.
Es cierto que la reproducción sexual puede implicar un aumento como un decremento de la adaptabilidad, mientras que la reproducción vegetativa(clones)copia los genes del progenitor con toda exactitud y por tanto conserva la combinación que hace falta para que la planta sea próspera.Por tanto la reproducción sexual constituye una actividad arriesgada, pero indudablemente la balanza se inclina por este mecanismo que hace posible que se produzcan cambios evolutivos que originen tipos mejor adaptados.Gracias a la reproducción sexual los seres vivos somos lo que somos,y yo os puedo contar cada semana alguna cosilla.
Pero…el asunto de la polinización no es una tarea fácil, es más, el recorrido que realiza el polen hasta el ovario es, cuando menos, improbable.
Recapitulemos: el acto básico de la reproducción sexual de las plantas es la fusión del núcleo de una célula contenida en el grano de polen con el núcleo del ovulo.Para lograr esto es necesario el transporte de los granos de polen desde la antera, en donde se forman, esta el estigma, la superficie receptora conectada al ovario por el estilo.Al llegar los granos germinan, como sucede con las esporas de los musgos sobre el suelo húmedo,y el tubo producido por cada grano crece hacia abajo del estilo que conecta el estigma con el ovario, hasta alcanzar el óvulo.Pues bien la posibilidad de que el grano de polen alcance el estilo es tan pequeña que deben producirse millones.La inmensa mayoría no alcanzará el estigma y muchos se posarán sobre una especie equivocada.Estos granos por regla general no germinan y aun cuando lo hagan no llegan acrecer hacia abajo del estilo.Este crecimiento es un suceso extraordinario.
Este fenómeno se complica ,incluso es más sofisticado en algunas especies, en las cuales se presenta un sistema de incompatibilidades, de esta forma se asegura la variabilidad y se evitan consanguinidades. Cada grano de polen lleva uno de los genes de su paternidad,si uno de ellos es igual a alguno de los genes del estilo la polinización no se produce.Este es un ejemplo típico de casi todas las variedades de manzanos, es decir, portan genes que hacen imposible que el polen producido por ellos crezca en sus propios estilos.
Complicado¿verdad?, aún así no les va nada mal.
Toda una estrategia.
¡Hasta la vista!
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