No os podéis imaginar lo que se puede llegar a hablar en una cena de nochevieja.
Esto me lo cuenta un colega jardinero:
Todo comienza con la cuñada, que ve la hierba del jardín de su comunidad seca, según ella ahora y siempre, y como supondréis durante unos minutos largos toda la conversación deriva al uso racional del liquido elemento.
Mi queridísimo amigo fiel a su deformación profesional informa a la cuñada lo obvio, que estamos en un momento de crisis medioambiental y que tenemos que ahorrar agua en todos los ámbitos, más si cabe en las urbanizaciones, chalets o residencias vacacionales.La conversación acaba con el convencimiento de todos los asistentes a la cena.
Tras oír esto cualquiera podría pensar que se trata de dejar morir el césped por “sed”,no, en realidad se trata de racionalizar el agua previo conocimiento de las necesidades de las distintas clases de gramíneas cespitosas.
Como norma general diremos que un metro cuadrado de césped pierde por evaporación unos veinte litros de agua por semana en tiempo seco(verano),por lo cual habría que compensar esa perdida para evitar la desecación y muerte del césped, pero este equilibrio hay que restablecerlo con eficacia.
Regar no es solo humedecer, es más, en vez de beneficiar perjudica a las gramíneas.El suelo tiene que estar húmedo,por lo 10 cms de profundidad.
Os propongo un truquillo que merece la pena poner en práctica:
Debiéramos colocar 7 u 8 botes de mermelada en la zona a regar (en el suelo).Una vez abierto el riego y pasado un tiempo los botes comienzan a llenarse.Cuando el agua llega a una altura de 0,8 cm significa que por metro cuadrado hay 10 litros de agua, cantidad esta mínima aplicar.
Cuando la altura ascienda entre 2-2,5 cms pensaremos que tenemos más de 20 litros de agua ,cantidad necesaria para compensar la pérdida por evaporación producida durante una semana de tiempo seco, quedándonos así un remanente de agua que hace que tengamos esos 10 cms de profundidad húmedos, no encharcados.Para no poner cada vez que reguemos botes en el suelo, cronometraremos el tiempo que tardan en llenarse los botes y de esta forma tendremos controlado nuestro riego de una forma eficaz y sostenible.En la cornisa cantábrico-costera no se riega el césped en invierno ,salvo en años excepcionalmente secos.Ya me contaréis.¡Hasta la vista!
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