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miércoles, 9 de marzo de 2011

LOS CIPRESES Y EL MAGNESIO

Hongos, bacterias patógenas,insectos,arácnidos y demás individuos pululan en nuestro huerto buscando desesperadamente parasitar nuestras plantas y el 100% de las ocasiones debido a la falta de equilibrio en nuestro pequeño ecosistema.¡Algo pasa, algo hemos hecho mal!Nos ponemos a pensar y seguramente recordamos que en tal o cual mes de la pasada primavera abonamos en exceso o quizá trabajamos la tierra a destiempo e introducimos inadecuadamente materia orgánica fresca en nuestro suelo…,en fin, no me acuerdo.No os preocupeis,tengo mi dietario hortícola,¡no os imagináis  de los líos que nos puede llegar a sacar!.
Aún haciendo las cosas bien durante nuestra vida hortícola surgen momentos en los que la observación y la reflexión  vuelven a ser inevitables. Podemos tener plantas durante largo tiempo en perfectas condiciones y de repente enferman.Cualquiera diría:
-¡Es normal!, las plantas también enferman y mueren…
Así es, pero la gran mayoría pudieran vivir más si se lo ponemos más fácil y las prestamos más atención.Este es el caso de los cipreses, más concretamente el Cupressus macrocarpa.Seguro que en algún momento pasó por vuestro jardín.Elegante,fuerte,duro,incombustible,de color fosforito, siempre guardando las formas, toda una delicia.Durante largos años todo le fue bien, sin problemas, pero llegó un día y  comienza a ponerse marrón,¿qué puede ser?Si lo habéis cuidado bien, sin podas drásticas, con riegos espaciados-cuando sienta sed- y sin encharcar ni apelmazar el suelo, acolchando con corteza y con aireación suficiente, es decir, guardando la “distancia de seguridad “ con otras especies, podéis estar seguros de que no es un hongo,ej(Phytophthora).Debiéramos entonces de empezar a pensar en alguna carencia de nutrientes,lo cual hace que la planta enferme.Efectivamente la falta de magnesio hace que nuestro incombustible ciprés cambie de color, pierda vigorosidad y muchas de sus funciones no se realicen correctamente y a continuación muchos otros nutrientes necesarios no se incorporan  a su estructura.
Si abonáis con compost enriquecido con dolomita nuestro Cupressus se recuperará poco a poco y volverá a lucir ese follaje brillante y tan exuberante.
¡Ah!  para la próxima tened en cuenta que materiales ricos en potasio hacen disminuir paulatinamente en el suelo las despensas de magnesio.
Días después y repasando mi diario me percato que durante demasiado tiempo he intentado deshacerme de los limacos con ceniza de madera* que espolvoreaba en la tierra del macizo donde vegetaba nuestro amigo.






  
  











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