De paseo por alguna de esas siempre sorprendentes ferias inglesas de horticultura, me sorprende observar todos los años novedades que me invitan a la reflexión, ya que rompen con los esquemas más clásicos de los practicantes de la agricultura y fruticultura química.
Todo viene a cuento por nuestra inminente entrada en el período de poda (Diciembre-Febrero).
Donde yo vivo y creo que en medio mundo, los fruticultores ven con muy buenos ojos podar cualquier rama,al parecer molesta, poco productiva y desequilibradora del ejemplar de turno,es más, se considera una labor imprescindible para conseguir obtener fruta elegante y de calidad.También se considera sensato aplicar una serie de productos químicos(pastas y pinturas) a las heridas y cortes realizadas con el “serrote”,y todo con el fin de crear una barrera protectora artificial e impedir así una infección durante el tiempo que el árbol tarda en cerrar la herida(crear callo)Foto 1.Pues bien, parece ser que los ingleses dicen que “nanai”,que de eso nada.
Recientes investigaciones aseguran que estas pastas y/o pinturas impiden el buen desarrollo de microorganismos cicatrizantes de la madera y favorecen el desarrollo de otros propios de esta y presentes en el ambiente ,que se muestran siempre beligerantes y oportunistas a la hora de introducirse por cualquier resquicio o herida.Estos organismos nocivos quedan sellados bajo la capa de pintura protectora.Todas estas pinturas y pastas dejan pasar el agua y el aire en una u otra medida y junto con la falta de organismos cicatrizantes hacen que chancros y necrosis de todo tipo campen a sus anchas por el árbol.Asimismo,se pone en entredicho el beneficio de las propiedades fúngicas de este tipo de productos.Es el caso del naftalato de cobre, el cual impide que se forme la barrera natural con que las plantas reaccionan ante una herida.Además,esos productos matan los microorganismos que evitan que la madera se pudra.
En fin, hace ya algún tiempo que rescatamos del olvido, de un manual de horticultura de 1833 una receta efectiva, sencilla, vital, humilde, de esas "sin riesgo", que las puede aplicar mi sobrino de diez años sin ponerse guantes ,mascarilla, buzo y gafas de protección,que respeta el medio y además va la mar de bien.
Ahí va la receta.
Ingredientes:
1/3 de arena fina +1/3 de excrementos de vaca descompuestos +1/3 arcilla
Método:
Juntar con agua todos los ingredientes hasta formar una masa.Pegarla encima y alrededor del corte, inmediatamente tapar la masa con un trozo de un saco de rafia (saco de patatas) y amarrarlo con una cuerda.
Foto 1
Juntar con agua todos los ingredientes hasta formar una masa.Pegarla encima y alrededor del corte, inmediatamente tapar la masa con un trozo de un saco de rafia (saco de patatas) y amarrarlo con una cuerda.
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